La Navidad en Sesuveca, no solo se celebra con luces y adornos, sino con el corazón. La compañía vivió una de las tradiciones más esperadas: el encendido de su majestuoso árbol navideño. La emotiva ceremonia que dio inicio a las festividades de fin de año, se llevó a cabo en la sede principal reuniendo a los colaboradores de todas las unidades de negocio y directivos, un encuentro que se llenó de alegría, esperanza y sobre todo: unidad.
Al respecto Julio Jiménez, Gerente de Operaciones de Sesuveca, “Este árbol significa más que las festividades, también unión y mucho esfuerzo de cada uno de quienes somos Sesuveca todos. Lo que representa es el crecimiento que hemos logrado juntando y lo que seguimos cimentando todos los años”. Estas cortas palabras fueron pronunciadas de la voz más emotiva que haya emitido.
Además, el evento fue el escenario perfecto para reconocer a aquellos colaboradores que, con su dedicación y compromiso, han dejado una huella imborrable en la empresa. Durante un emotivo acto, Sesuveca entregó presentes a los empleados, como una forma de agradecer su arduo trabajo. Andrea Uzcátegui, Asesora Legal de la empresa, dirigió unas palabras cargadas de gratitud: «Este reconocimiento es solo una pequeña muestra de agradecimiento a cada uno de ustedes, que día tras día hacen posible que Sesuveca siga siendo un referente en su sector.»
La ceremonia concluyó con una cálida chocolatada navideña, donde todos compartieron risas, buenos deseos y momentos especiales, reafirmando los lazos que unen a todos los que forman parte de Sesuveca. Porque, más allá de ser una empresa, Sesuveca es una familia que se apoya, crece y celebra junta.
En este diciembre, el encendido del árbol nos recuerda que cada pequeño esfuerzo tiene un gran impacto y que, juntos, seguiremos construyendo el futuro con compromiso, dedicación y, sobre todo, con el respeto a nuestra historia y a quienes hacen posible cada éxito.